Refiere un conocido aforismo que quien dice medias verdades miente dos veces. La cruzada de la Casa Blanca, denunciada recientemente por el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parilla, es un ejemplo concreto de la certeza de este refrán.

«Al recrudecimiento del bloqueo de EE. UU. vs. Cuba se suma la desvergonzada campaña financiada desde Washington para promover la mentira de que el bloqueo genocida no es real», apuntó el Canciller en la red social X.

Valiéndose de medias verdades y de flagrantes mentiras, el Gobierno de EE. UU. intenta negar la existencia de esta política dirigida a socavar las bases de la existencia de la Revolución.

Uno de los elementos manidos utilizados por Washington y sus albarderos, como argumento para ocultar la realidad de esta guerra, se relaciona con la compra de productos agrícolas que la Isla realiza a ese país.

La venta directa de productos agrícolas y alimenticios a Cuba fue autorizada por la Ley de Reforma a las Sanciones Comerciales y Fortalecimiento de las Exportaciones, que el Congreso estadounidense aprobó en 2000.

Eso es verdad; pero ocultan que Washington niega créditos a La Habana, y obliga a pagar en efectivo, a sus agricultores, los productos que adquieren las empresas cubanas, una práctica cavernícola que solo se utiliza en el caso de la Isla.

Otro elemento importante que no cuentan es que este convenio no es recíproco, porque los agricultores cubanos no pueden exportar sus productos a EE. UU.

En la rama de la Salud Pública, ese bloqueo que «no existe», según los yanquis, en más de seis décadas de aplicación acumula daños que ascienden a 3 625 840 594 dólares, refirió el último informe presentado por Cuba a la Asamblea General de Naciones Unidas.

Como promedio, cada año, unos 450 niñas, niños y adolescentes son diagnosticados con cáncer. Este padecimiento constituye la segunda causa de muerte en infantes de cinco a 19 años, y la primera en los que aún no cumplen los cinco.

La sobrevida de los infantes con el tratamiento oncoespecífico aplicado llegó a alcanzar cifras por encima del 80 %, pero esta posibilidad se ha reducido a un 60 %.

En Cuba existen nueve centros especializados en los que se garantiza, de forma gratuita, el diagnóstico y tratamiento de todos los enfermos que lo requieran. La dificultad radica en la adquisición de tecnologías y de medicamentos que podrían salvar cientos de vidas.

De hecho, entre el 1ro. de marzo de 2022 y el 28 de febrero de 2023, la empresa MediCuba realizó 69 solicitudes a compañías estadounidenses, a fin de acceder a recursos necesarios para el Instituto de Neurología y Neurocirugía y el Instituto de Oncología y Radiobiología. Solo dos respondieron.

No hay cubano que no sufra el impacto de esa política, que afecta la cotidianidad de cada familia. El bloqueo está detrás de cada medicamento que falta, de la termoeléctrica que se detuvo, del transporte carente de piezas de repuesto, del proyecto social que no se pudo ejecutar, del barco con combustibles que no llegó.

Es imposible negar lo evidente, aunque algunos finjan padecer amnesia o prefieran mirar hacia otro lado. El bloqueo existe, y es un culpable condenado por la mayoría de las naciones del mundo.

Fuente: Revista Cubana de Medicina Militar y Cubaminrex.