En el 59° aniversario del asesinato de Malcolm X, dos hombres que se desempañaban como guardias de seguridad en ese momento relatan por primera vez que fueron arrestados sin fundamentos por el Departamento de Policía de Nueva York como parte de una conspiración para dejar al dirigente social sin protección previo a su asesinato. Escuchamos las palabras de Khaleel Sayyed, de 81 años, quien cuenta que fue detenido por cargos inventados pocos días antes de que Malcolm X fuera asesinado a tiros.

También hablamos con Ben Crump y Flint Taylor, abogados de derechos civiles que acompañan a la familia de Malcolm X en el pedido al alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, exoficial de policía, para que ayude a que la evidencia clave del caso se haga pública. Estamos “tratando de quitar capa tras capa de encubrimiento para que finalmente, después de 59 años, la familia de Malcolm X pueda tener algo de justicia”, dice Crump. Por su parte, Taylor contextualiza el asesinato dentro del programa COINTELPRO, conforme al cual la policía y el FBI persiguieron a líderes de la comunidad negra referentes de la lucha por los derechos civiles como Fred Hampton, un hecho que el propio Taylor ayudó a exponer en un juicio histórico en Chicago.


Transcripción

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh.

NERMEEN SHAIKH: Se cumplen 59 años desde que el líder de los derechos civiles Malcolm X fuera asesinado el 21 de febrero de 1965, tras haber tomado el podio ante una multitud en Nueva York en el escenario del Audubon Ballroom de Harlem. Su esposa, Betty Shabazz, embarazada de mellizos, y sus cuatro hijas estaban en el recinto observando. Cuando Malcolm comenzó a hablar, un hombre gritó acusando a otro de meter la mano en su bolsillo, lo cual creó un alboroto. Luego, alguien arrojó una bomba de humo. En medio de la confusión, tres hombres armados abrieron fuego frente al escenario. Malcolm recibió 17 impactos de bala durante la lluvia de disparos que se desató y murió en el escenario mientras estallaba el caos.

En la noche del pasado 21 de febrero, en lo que hoy es el Centro Malcolm X y Betty Shabazz en Washington Heights, la hija de Malcolm, Ilyasah Shabazz, recordó aquel horroroso día.

ILYASAH SHABAZZ: Las jóvenes vidas de mis padres estaban llenas de alegrías y también llenas de desafíos. Y una semana antes del asesinato de mi padre, nuestra casa familiar fue atacada. Una bomba incendiaria fue arrojada al cuarto donde mis hermanas y yo dormíamos como bebés. La historia dice que nuestra familia resultó ilesa. Sin embargo, apenas siete días después, mi familia presenció lo inimaginable. Nuestro padre fue asesinado a tiros mientras se disponía a hablar justo en este mismo escenario. Mi madre embarazada nos cubrió con su cuerpo a mis tres hermanas y a mí para protegernos de los disparos y para protegernos del terror ante nuestros ojos.

AMY GOODMAN: Era una de las hijas de Malcolm X, la Dra. Ilyasah Shabazz, hablando anoche en el antiguo Audubon Ballroom, actualmente el Centro Educativo y Conmemorativo Malcolm X y Dra. Betty Shabazz, durante la conmemoración del 59 aniversario del asesinato de Malcolm X. A menudo, Malcolm X comenzaba sus discursos, incluido el que fue interrumpido por aquella lluvia de balas, dirigiéndose a todos los presentes en la sala. Este es un discurso que pronunció en 1964 en el Audubon Ballroom.

MALCOLM X: As-salamu alaykum. Sr. Moderador, nuestros distinguidos invitados, hermanos y hermanas, nuestros amigos y nuestros enemigos, todos los aquí presentes.

NERMEEN SHAIKH: Al cumplirse 59 años esta semana del asesinato de Malcolm X, dos exmiembros de su equipo de seguridad han decidio por primera vez revelar detalles de cómo fueron incriminados y encarcelados por la policía de Nueva York pocos días antes de que lo mataran. Ayer, uno de los dos hombres y varios familiares de Malcolm X brindaron una conferencia de prensa. Este es Khaleel Sultarn Sayyed, de 81 años.

KHALEEL SULTARN SAYYED: Desde su creación en 1964 hasta 1965, asistí a eventos públicos organizados por la Organización de la Unidad Afroamericana, la OAAU, fundada por el-Hajj Malik Shabazz, Malcolm X. Todas las personas que me conocían sabían que yo sentía un profundo cariño por Malcolm X, ya que con frecuencia hablaba sobre Malcolm X con respeto y siempre hacía lo posible para asistir a sus discursos. En enero o alrededor de enero de 1965, asistí a eventos públicos… Disculpen.

En enero o alrededor de enero de 1965, me presentaron a Raymond A. Wood. Solo interactué con Wood en unas dos ocasiones. Robert Collier, a quien yo acababa de conocer, me dijo que quería presentarme a su amigo, quien tenía algunas ideas. Este amigo era Raymond Wood. Cuando Collier me presentó a Wood, yo lo conocía solo desde dos o tres meses antes. Collier también invitó a Walter Bowe a la reunión. Ya que Wood era un agente encubierto, yo no sabía que trabajaba para las autoridades. Más tarde descubrí que Wood era un agente de policía encubierto… o, perdón, Wood era un policía encubierto del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York en la Oficina de Investigaciones y Servicios Especiales (BOSSI).

La idea que Wood introdujo era una conspiración para destruir monumentos nacionales, específicamente la Estatua de la Libertad. Quienes estaban en la reunión se rieron, así que asumí que Wood no hablaba en serio sobre esta idea. Yo dije muy poco en esa reunión. En las semanas previas a mi detención y encarcelamiento injustos, nunca volví a oír sobre esa idea.

Un seguidor cercano de Malcolm X me pidió que sirviera como guardia de seguridad en la casa de Malcolm X tras el ataque con una bomba incendiaria el 14 de febrero de 1965. Me ofrecieron esta oportunidad porque muchas personas sabían de mi respeto hacia Malcolm X y de mi interés en la OAAU. Éramos un pequeño grupo de individuos a quienes se nos pidió trabajar como guardias de seguridad en la casa de Malcolm X, solo dos o tres personas por turno. No habría dudado en ponerme a disposición para servir como guardia de seguridad para Malcolm X, como lo había hecho… No habría dudado en ponerme a disposición para servir como guardia de seguridad de Malcolm X, si no me hubieran arrestado injustamente. Todo el mundo sabía que la vida de Malcolm X estaba frecuentemente en peligro y bajo amenazas constantes.

Alrededor del 16 de febrero de 1965, cinco días antes del asesinato de Malcolm X, fui detenido y arrestado por el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York por cargos relacionados con la conspiración de Wood. Me sorprendió escuchar al Departamento de Policía de Nueva York acusarme de conspiración para destruir la Estatua de la Libertad. Perdí 18 meses de mi joven vida por un delito que no cometí. Solo tenía 22 años en el momento de mi arresto. Pasé cuatro años como estudiante en la Universidad de Howard trabajando para obtener un título en ingeniería eléctrica. Estaba ayudando a mi padre durante una pausa de un año en mis estudios cuando me arrestaron. Como resultado de mi detención, nunca me gradué de la Universidad de Howard.

Creo que fui detenido en relación a esta conspiración por la Policía de Nueva York, BOSSI y el FBI con el fin de garantizar que el asesinato planificado de Malcolm X tuviera éxito. Si no me hubieran arrestado, habría asistido a su discurso y podría haber servido como parte de su equipo de seguridad.

AMY GOODMAN: Ese era Khaleel Sultarn Sayyed, de 81 años de edad, hablando el 21 de febrero junto a nuestros próximos dos invitados, quienes buscan que se haga justicia para la familia de Malcolm X y exponer el alcance de la participación del Gobierno en el asesinato del ícono de los derechos civiles, [y el papel] de la Policía de Nueva York y del FBI. Ahora nos acompañan Ben Crump, abogado de derechos civiles, y Flint Taylor, abogado y cofundador de la organización People’s Law Office de Chicago.

Les damos la bienvenida a ambos a Democracy Now! Ben Crump, comencemos con usted. ¿Puede poner en contexto ese testimonio? Yo estuve allí el año pasado para el aniversario número 58 del asesinato de Malcolm X, cuando usted también ofreció una conferencia de prensa en la que reveló nueva información. Hable sobre este año y la importancia de lo que estos dos hombres tenían para decir.

BENJAMIN CRUMP: Muchas gracias, Amy.

Es bastante significativo al considerar el testimonio del año pasado por parte de Mustafa Hassan, a quien The New York Times mostró en fotografías cuando estuvo presente en el teatro Audubon el día en que Malcolm X fue asesinado. De hecho, fue a él a quien se le vio agarrando a uno de los asaltantes mientras intentaba escapar después de dispararle a Malcolm X. Y su testimonio fue muy impactante, porque dijo que no había presencia de efectivos uniformados de la Policía de Nueva York, los cuales arribaron tras el caos que se desató después de que le dispararon a Malcolm, y lo primero que les oyó decir fue “¿él está con nosotros? ¿Es uno de nosotros?”, como si la policía de Nueva York supiera que había policías encubiertos en el teatro Audubon ese día y no supieran lo que habían hecho en ese escenario aquel día.

Y ahora este año, tenemos dos testigos adicionales que nunca antes han hablado y que han ofrecido nuevas pruebas. Ellos eran miembros del equipo de seguridad de Malcolm X: Walter Bowe, que ahora tiene 93 años, y que fue miembro fundador de la OAAU con Malcolm X, así como Khaleel Sayyed, a quien acabamos de escuchar. Y estas dos personas fueron acusadas falsamente por Ray Wood, quien, sin ellos saberlo, era un agente de policía encubierto que trabajaba con BOSSI y el FBI. Y él…

AMY GOODMAN: Explique qué es BOSSI.

BENJAMIN CRUMP: Es la Oficina de Servicios Especiales, cuyo objetivo específico era infiltrarse en organizaciones negras. Se infiltraron en las Panteras Negras, CORE, así como en la organización de Malcolm X y en la Nación del Islam en la ciudad de Nueva York. Eran una extensión, por así decirlo, como un hermano pequeño, del FBI allí en Nueva York. Entonces, creemos que lo que estaban haciendo era llevar a cabo esos actos bajo las órdenes de J. Edgar Hoover en lo más alto.

Y estos jóvenes, al igual que otras personas, fueron condenados injustamente con el fin de encubrir la conspiración para asesinar a Malcolm X; fueron arrestados cinco días antes de que Malcolm X fuera asesinado. Ellos creen que sus arrestos tenían que ver con que Ray Wood y BOSSI y el FBI estaban tratando de confabularse, por decirlo así, para asesinar a Malcolm X. Es por eso que el abogado Flint Taylor, Ray Hamlin, nuestro equipo legal y yo estamos tratando de levantar el velo de este caso para, finalmente, después de 59 años, obtener algo de justicia para la familia de Malcolm X.

NERMEEN SHAIKH: Y, Ben Crump, ¿podría explicar cuál fue el pretexto para esos arrestos? ¿Puede hablar sobre la conspiración para destruir la Estatua de la Libertad?

BENJAMIN CRUMP: Absolutamente. Esta no fue la única vez que vimos el modo de actuar de Raymond Wood, este agente encubierto de la Policía de Nueva York. También usó esto para arrestar a los miembros del grupo Panther 21. Afeni Shakur, la madre de Tupac Shakur, era miembro de las Panther 21. Y todos fueron arrestados bajo este pretexto de que estaban tratando de poner bombas en monumentos de Estados Unidos como la Estatua de la Libertad. Bueno, eso es exactamente lo mismo que dijeron sobre Khaleel Sayyed y Walter Bowe, los miembros de la seguridad de Malcolm X. Dijeron que estaban planeando atentar contra la Estatua de la Libertad. Uno pensaría que se les iba a ocurrir algo nuevo. Pero ellos se infiltraban en todas estas organizaciones del movimiento de autodeterminación negra con la intención de decir: “Estaban conspirando para atentar contra la Estatua de la Libertad, así que tenemos que arrestarlos”. Y eso es exactamente lo que hicieron con las Panther 21, y es exactamente lo que hicieron con el equipo de seguridad de Malcolm X. Se les ocurrió una teoría falsa y los condenaron por delitos que fueron orquestados por policías encubiertos.

AMY GOODMAN: Ben Crump, ¿puede hablar sobre el hombre que estaba en el Audubon Ballroom con una pistola debajo de su gabardina, el que fue liberado?

BENJAMIN CRUMP: Por supuesto. Como dijo el abogado Flint Taylor de la organización People’s Law Office de Chicago, quien es parte de nuestro equipo legal para obtener justicia para la familia de Malcolm X, Bradley, este individuo que conocemos por los documentos que han sido revelados, tenía una escopeta y era uno de los asesinos de Malcolm X, sin embargo, no fue arrestado. Pudo irse del Audubon Ballroom sin problemas. Y arrestaron a dos personas inocentes, creemos que para encubrir a esas otras personas que ellos sabían que eran los responsables de la muerte de Malcolm X.

Y este tipo, Bradley, fue después, cuatro años más tarde, arrestado por robar un banco, junto con su cómplice. Su cómplice pasó 25 años en prisión, pero, sin embargo, a Bradley se le permitió escapar… salir de la cárcel sin castigo alguno. Sabemos que tenían alguna conexión con el tal Bradley, ya que continuó cometiendo delitos graves, delitos federales, y, sin embargo, el Gobierno le permitió escapar sin pagar las consecuencias, como si tuvieran alguna conexión, alegando que no era culpable por sus viles actos.

Y es por eso que queremos estos documentos. Queremos estos documentos para ver qué conexiones había y quiénes eran esos agentes encubiertos que estaban en el Audubon Ballroom el día en que Malcolm X fue asesinado. Y la realidad es que han pasado 59 años. ¿A quién están intentando proteger? ¿Las vidas de qué personas se podrían poner en peligro 59 años después? Siguen ofreciéndonos excusa tras excusa cada vez que hacemos una solicitud a través de la Ley de Libertad de Información. Incluso llegaron al punto de decirnos que una de las razones para no darnos la información que solicitamos sobre la vigilancia a Malcolm X y la documentación que tienen sobre Malcolm X es porque Malcolm X potencialmente sigue vivo.

AMY GOODMAN: ¿”Potencialmente sigue vivo”? Quiero incluir a Flint Taylor en la conversación. Usted estuvo ayer en el Audubon Ballroom, el lugar donde Malcolm X fue asesinado a tiros hace 59 años esta semana, junto a la familia de Malcolm X, con la Dra. Ilyasah Shabazz, con Ben Crump. Pero usted vive en Chicago. Puede hablar de por qué es posible que, casi 60 años después, todos estos documentos no sean públicos, y hable de la experiencia que tiene en Chicago tratando de obtener información sobre otro líder, el líder de los Panteras Negras, Fred Hampton, y Mark Clark, cuando fueron abatidos a tiros en 1969?

FLINT TAYLOR: Buenos días. Gracias por invitarme.

Sí, fue una experiencia muy poderosa estar allí por primera vez para mí, en ese teatro. Y como saben, yo pisé la sangre de Fred Hampton la mañana que fue asesinado, hace 55 años. Y, por supuesto, eso tuvo un efecto igual de poderoso en mí y en la gente de la People’s Law Office en ese momento. Y eso nos hizo empezar una batalla de 13 años para descubrir la verdad y cambiar la narrativa de lo que le pasó a Fred Hampton, ese joven líder de 21 años, muy articulado, influyente y carismático, ese joven líder de las Panteras Negras.

Y, por supuesto, al principio, hablaron de ello como un tiroteo. Y a medida que entramos en el litigio y cuando la comunidad puso el caso en el centro de la atención pública a lo largo de los años, pudimos luchar para conseguir pruebas que habían sido encubiertas, mayormente por el FBI, de que COINTELPRO existía, este programa de Contrainteligencia, un programa supersecreto centrado en las Panteras Negras, que intentaba destruir a esa organización y que fue organizado por Hoover en Washington y que también se considera que tenía como objetivo abordar al asunto del llamado “mesías”, que iba a unir y liderar el movimiento de liberación negra. Y citaron a Malcolm X como uno de esos mesías.

Entonces, hay pruebas que están empezando a hacerse públicas sobre el caso de Malcolm X. Esa parte ya existía entonces. Pero lo que está saliendo ahora, como ha mencionado el abogado Crump, es este archivo sobre William Bradley, un archivo del FBI, y una declaración directa de Hoover que decía que había nueve informantes, informantes del FBI, en el teatro, y que bajo ningún concepto debían dejar que esos informantes fueran conocidos, ni que se supiera lo que podrían haber estado haciendo, y si estaban trabajando, por supuesto, para COINTELPRO, porque sabemos que lo que el FBI estaba haciendo era tratar de fomentar la división entre la Nación del Islam y Malcolm y su organización. Entonces, juntas esta evidencia, y exiges más pruebas sobre Bradley, sobre esos informantes, y sobre el papel de BOSSI. Y BOSSI parece ser una especie de hermano pequeño a nivel de Nueva York del programa COINTELPRO del FBI. No debería decir “parece ser”, sino que lo era. Y ahí es donde estamos.

Y esa es una de las razones por las que el abogado Crump nos pidió que nos uniéramos a su equipo legal, porque peleamos este caso, un caso similar, un caso de asesinato, en el que había detalles sobre cómo el FBI encubrió a los informantes de la policía de Chicago. Por supuesto, el informante principal en nuestro caso en Chicago fue William O’Neal, que organizó el asesinato de Fred Hampton. Entonces, esas mismas preguntas existen aquí. Y después de que Cyrus Vance revelara la punta del iceberg con respecto a los archivos del FBI que había sido ocultados y los archivos sobre BOSSI que habían sido destruidos, es cuando el abogado Crump y, por supuesto, la familia y ahora la People’s Law Office se han involucrado.

Y creemos que no es solo un caso civil que busca hacer justicia, es también un caso de derechos humanos. Y es un caso que no solo tiene importancia en Nueva York, no solo tiene importancia a nivel nacional, sino que tiene importancia a nivel internacional. Y creo que el abogado Crump y yo hemos estado pidiéndoles transparencia al alcalde de Nueva York y al Gobierno federal, para que nos den estos archivos y para, de hecho, después de todos estos años, que se ofrezcan reparaciones. Y eso es lo que es. Son reparaciones, no muy diferente a las reparaciones por las que luchamos y que obtuvimos en Chicago para los sobrevivientes de la tortura policial. Son reparaciones para la familia. Son reparaciones para la comunidad de Nueva York y a nivel nacional, en términos de justicia y en términos de compensación.

AMY GOODMAN: Ben Crump, terminemos con usted. Flint acaba de mencionar al alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien fue agente de policía. ¿Ha hablado con él? ¿Se está uniendo al llamado para que los documentos, tanto de BOSSI como del Departamento de Policía de Nueva York y del FBI, sean hechos públicos, más de medio siglo después del asesinato de Malcolm X?

BENJAMIN CRUMP: En este momento, no sabemos si se unirá a nosotros en ese llamado a la transparencia. Sé que en conversaciones pasadas, Ilyasah y yo hemos sentido que se nos ha asegurado que el Departamento de Policía de Nueva York lo haría… perdón, que los líderes de la ciudad de Nueva York harían lo correcto y ayudarían a la familia de Malcolm X a finalmente obtener justicia. Ahora bien, el abogado Flint Taylor y yo y nuestro equipo legal hemos puesto la pelota directamente en su campo para que nos digan si van a situarse en el lado correcto de la historia, 59 años después. ¿Harán públicos sus registros?

AMY GOODMAN: Ben Crump, vamos a dejarlo ahí. Le vamos a pedir que se quede unos minutos para que podamos hablar sobre la policía de Houston y la muerte a tiros de Eboni Pouncy, una historia increíble, de la que el vídeo acaba de hacerse público, y publicaremos esa charla en democracynow.org.

Ben Crump, abogado de derechos civiles. Flint Taylor, cofundador de la People’s Law Office de Chicago. Para ver toda nuestra cobertura del asesinato de Malcolm X, visite democracynow.org/es. Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh. Gracias por acompañarnos.


Traducido y editado por Igor Moreno Unanua e Iván Hincapié.

Video con subtítulos en castellano: https://www.democracynow.org/es/2024/2/22/malcolm_x_assassination_security_guards?jwsource=cl

Fuente: https://www.democracynow.org/es/2024/2/22/malcolm_x_assassination_security_guards